Leyendo, leyendo, un domingo de abril, me encuentro con un artículo firmado por una tal Alejandra Agudo que me reconforta y corrobora gran parte de mis tribulaciones cotidianas acerca de la alimentación y nutrición -atención: no es lo mismo. No todo lo que se considera alimento nutre, aunque todo lo que nutre puede considerarse alimento-.
Os paso más adelante el enlace al mismo.
Esta entrada está destinada, sobre todo, a aquell@s amig@s que por motivos de salud, estética o bienestar, deberían desarrollar especialmente hábitos alimenticios saludables y que no lo hacen.
Ya sabéis que a raíz de mi enfermedad, tuve que observar más detenidamente mi alimentación, pues era un aspecto vital para mi. Ya había pasado por etapas ultraortodoxas en forma de abuso de alimentos con fibra, no comer carne, no comer nada que no fuera biológico.... Ahora me he vuelto a una normalidad consciente.
¡¡¡Es que si no hubiese aprendido nada de todo este proceso sería un cretino!!!
En fin, que os pido que reviséis vuestros hábitos alimenticios: desterrad el azúcar, sobre todo el blanco refinado. Sustituidlo por azúcar moreno de caña integral, fructosa o mejor, melaza, miel biológica, stevia, sirope de arce o de ágave. Aunque lo más aconsejable es suprimir poco a poco la ingesta de dulce hasta que ya no necesitéis ningún edulcorante. Por supuesto, ni pensar en edulcorantes artificiales, tipo sacarina y derivados.
Atención a los alimentos y bebidas envasados. Empezad a acostumbraros a leer los ingredientes de lo que soléis comprar o tomar: os aconsejo que evitéis cualquiera que contenga azúcares (os sorprenderéis lo difícil que es encontrarlos sin edulcorantes!! Aunque los hay. Pedidlos en vuestros supermercados o tiendas. Haréis mucho bien a la población desinformada...)
Con esto ya tenemos un gran paso dado. Más adelante iré hablando de otras modificaciones saludables que os aconsejo, realicéis en vuestra dieta.
Hasta pronto!!!
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/04/21/vidayartes/1335034752_578200.html
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